El sentido de Las Tesis doctorales en Medicina.

Autor: Ramon Salazar

21/10/2024
A propósito de un caso.
Significado de la palabra doctor.
La RAE de la lengua define el significado de la palabra doctor en sus dos primeras acepciones de la siguiente manera:
1. Persona que ha obtenido un doctorado
2. Médico
Llevaba un tiempo sin disfrutar del acto académico de una defensa de tesis y la semana pasada el azar hizo de las suyas. Asistí a dos tesis brillantemente defendidas que me hicieron reflexionar sobre la naturaleza tan diversa de motivaciones por las cuales los universitarios nos sometemos a estos ejercicios académicos tan memorables. 
Un viejo lobo de mar.
Os contaré mis pensamientos desordenados que me inspiró la primera de ellas, a la que asistí como oyente, amigo y admirador del doctorando Bernardo Queralt. Bernardo es un viejo lobo de mar de la oncología asistencial de batalla que, después de una larga carrera como especialista ha defendido impecablemente una tesis improbable por su contenido altamente pre-clínico.
Singularidad del doctorado en el campo de la Medicina.
Para la mayoría de los doctorandos de las distintas disciplinas universitarias, la tesis doctoral se trata sin duda de una experiencia iniciática y la única manera de entrar en el reino de una carrera como docente o investigador, o en algunos casos, de las dos cosas a la vez. Por cierto, es muy difícil ser a la vez un buen docente e investigador, y mucho menos compatibilizarlo con una actividad profesional, pero este tema será el objeto de otro post en el futuro. En el blog de hoy quiero glosar un contexto e interpretación singular de lo que puede significar este grado académico en el campo de la Medicina. En bastantes casos, más frecuentes de lo que se podría intuir, la tesis doctoral en Medicina tiene otro significado, más cercano a una culminación de una carrera que a su iniciación. Se trata de un reto personal colosal que muchos afrontan en la madurez de su carrera, como una especie de obligación moral para justificar el legítimo trato de “doctor” que la población general confiere a los licenciados en Medicina en función de su segunda acepción del término según la RAE de la lengua. Un acto heroico al que dedican muchas horas fuera del horario laboral y de su zona de confort profesional, para un beneficio intangible, un reconocimiento académico aislado y no retribuido, que constata que el candidato ha superado su reto, toda una demostración de pundonor intelectual y científico. 
Las motivaciones de una tesis tardía: la culminación de una carrera asistencial.
El Dr. Bernardo Queralt es una persona buena, humilde y generosa, un oncólogo con una humanidad enorme a quien ninguno de sus compañeros de vida o profesión lo identificarían como una persona egoísta. Sin embargo, al preguntarle por su motivación para la consecución del doctorado, después de pensarlo unos segundos, me contestó con gran claridad: “ha sido un ejercicio de ego”. Me dio esta contestación tan incoherente con su naturaleza y se quedó en silencio. ¿Puede ser que tenga dos personalidades? ¿O simplemente se trata de una respuesta errónea? Bernardo, yo más bien creo que has culminado tu tesis doctoral por un sentimiento de obligación moral con tu profesión, por dignificar no solo tu carrera, que no lo necesita, sino la de todos esos héroes anónimos de la medicina asistencial que pasa noches en vela, a escondidas de la familia a veces, para cumplir con una ley no escrita que la carrera de Medicina no acaba del todo hasta que el trato de “doctor” se justifica no solamente por la segunda acepción de la RAE sino también por la primera. ¿No te parece?
¿Qué opináis los lectores? ¿Algún otro doctor quiere compartir su historia y motivaciones?
 



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